Desde Círculo de Economía de la Provincia de Alicante queremos compartir algunas impresiones y conclusiones de nuestra asistencia a la I Jornada Provincial de RSE: “Provincia de Alicante: Territorio Socialmente Responsable”, un evento organizado por Coepa, Cámara de Comercio de Alicante, Cruz Roja y la Universidad Miguel Hernández de Elche. El evento sirvió como espacio de encuentro de los agentes implicados en el desarrollo del territorio y en el que se motivó la reflexión y el intercambio de buenas prácticas sobre el modelo de gestión de Responsabilidad Social Empresarial.
Más allá de la obligaciones legales que a cualquier organización se le exige, están los compromisos que se adquieren con la sociedad a la que pertenecemos.
La I Jornanda Provincial de RSE, se dedicó, cómo no podía ser de otro modo al “Territorio socialmente Responsable”. Así pues las diferentes ponencias y mesas redondas expusieron tanto las razones y elementos por las que la Responsabilidad Social se relaciona con el territorio, como los actores que intervienen y las experiencias de los mismos. Instituciones públicas y privadas, grandes y pequeñas empresas mostraron sus inquietudes, reflexiones y políticas y acciones en este sentido.
Nuestras conclusiones son solo una muestra de todo lo que podemos aprender y hacer en pos de una mejora de nuestro territorio. Sabiendo que esa mejora, que desde la empresa se aporta a la sociedad, no es algo que sólo afecta a los demás, si no que implica un cambio con el que todos mejoramos. Nuestras políticas y acciones de Responsabilidad Social Empresarial, si están fundamentadas en la ética y los valores humanos, nos hacen mejores a todos.
Más allá de un patrocinio puntual que revierta en mayor visibilidad, que puede ser nuestro primer paso y que sin duda provocará cambios o ayudará a provocarlos; la RSE es una política empresarial.
Ante el despliegue de datos, recomendaciones y experiencias que nos proporcionaron las diferentes ponencias, mesas redondas y talleres; tomamos nota, pues, de las cosas que se pueden hacer y de cómo se pueden hacer. Tan importantes son los argumentos que fundamentan nuestras acciones de RSE como afrontarla con las herramientas necesarias.
Esto es, unos objetivos claros, un dialogo constructivo, una estrategia que aúne los objetivos y los recursos, usar las fortalezas propias del modelo; y tener siempre presentes los valores asociados. Llamamos la atención sobre estos valores asociados a la aplicación de la RSE. Son valores funcionales que mejoran a la organización que se compromete a construir un territorio socialmente responsable: la diferenciación; la innovación, los intangibles; y la marca territorio.
Administraciones Públicas, Empresas, Instituciones Sociales y sociedad civil, son los actores que pueden hacer un territorio socialmente responsable. Y trabajar en esta línea beneficia directamente a todos y cada uno de estos actores. Se trata, de construir el futuro que nos merecemos.
Las empresas son un elemento fundamental por su capacidad de impacto para propiciar o frenar el cambio y/o la solución. Y las diferentes instituciones sociales, como son las Asociaciones Empresariales son clave para animar y apoyar al resto de actores a aplicar políticas sociales, medioambientales e inclusivas.
Por que una estrategia empresarial basada en la ética y los valores, que nos haga adquirir compromisos sociales más allá de nuestra responsabilidad pública, es una apuesta por la Innovación y la Competitividad.
Sabemos que una buena política de RSE tiene beneficios directos para la empresa. A nivel externo mejora el posicionameinto y la diferenciación, capta y fideliza a los clientes, incrementa la influencia en la sociedad y el acceso a los líderes de opinión; mejora las relaciones con sindicatos y Administraciones Públicas, entre otros. Y a nivel interno algunos de los beneficios son la mejora de la productividad, porque aumenta la fidelidad y compromiso de los empleados, permite un mejor control de costes, tiene desgravaciones fiscales, etc.
Aplicar la RSE a la empresa implica un cambio en la forma de dirigir la empresa para tener en cuenta a todos los públicos. No se trata, pues, de convertir las empresas en algo que no son. Las empresas deben hacer aquello que mejor saben hacer; y deben hacerlo bien, éticamente bien.
Este cambio en la política de la organización lleva a un cambio en las reglas del juego. Para que en las relaciones con todos nuestros públicos la premisa sea “todos ganan”, porque “todos” nos incluye a “nosotros”.
Sonia Beltrán
Área de Relaciones Públicas de Círculo

No hay comentarios:
Publicar un comentario