En términos generales, lo que más interesa a una empresa es reducir gastos y aumentar los ingresos. Y para ello el recurso que tenemos es el talento. El talento es el equilibrio de 4 dimensiones: conocimiento, motivación, experiencia y creatividad. Y dentro de ellas, la experiencia es la más demandada.
View more presentations from Circulo Economía de la Provincia de Alicante
En términos generales, lo que más interesa a una empresa es reducir gastos y aumentar los ingresos. Y para ello el recurso que tenemos es el talento. El talento es el equilibrio de 4 dimensiones: conocimiento, motivación, experiencia y creatividad. Y dentro de ellas, la experiencia es la más demandada.
La experiencia es un conocimiento tácito, un “saber más de lo que podemos decir”, y no se puede medir. Podemos decir que hemos realizado un trabajo durante 5 años, pero no explicar todas las habilidades que hemos adquirido o fortalecido. Además, solo se adquiere con la práctica y no se puede trasmitir a otros. A los otros podemos explicarles la técnica que usamos, pero no darles nuestra vivencia.
Un cerebro que se divierte funciona de manera más eficiente” porque “la diversión es la recompensa de nuestro cerebro por aprender cosas nuevas” pero esas cosas nuevas deben tener alguna relación con lo que ya conocemos.
El juego es un ejercicio de simulación. En él se limitan las reglas y se reduce la complejidad del mundo real. Con los videojuegos se practican una serie de habilidades (y se adquiere experiencia) sin que el jugador sea consciente de ello. Se interioriza el aprendizaje y se obtienen o fortalecen determinadas habilidades, muchas veces más de las que creemos; ahora bien, ese conocimiento, puesto que es práctico y no teórico no puede ser evaluado de forma convencional.
Cuando jugamos repetidamente a un juego, es porque nos divierte; nos divierte porque nos aporta cosas nuevas, porque supone nuevos retos. Sabiendo todo esto se plantea la posibilidad de crear juegos concretos para ejercitar habilidades concretas.
Según el equipo de ByteRealms, los jugadores siempre adquieren más habilidades de las que el diseñador del juego había pensado. Por ejemplo, el Comecocos nunca fue pensado cono juego didáctico y sin embargo lo es. Por tanto para diseñar un juego que enseñe, el objetivo número uno es la diversión, si el jugador se divierte aprenderá, y dependiendo del tipo de juego seguirá jugando.
El videojuego aporta unas características especiales, que no tienen otros juegos. En ellos se pueden crear o recrear los entornos que queremos o necesitamos con mayor facilidad que en el mundo real. Y los diferentes niveles de dificultad hacen que se adapten al nivel de conocimientos del jugador.
En este sentido, desde ByteRealms se han desarrollado una serie de minijuegos orientados ha desarrollar habilidades concretas: negociación, gestión del tiempo, delegación de responsabilidades, creatividad, gestión de conflictos y gestión de equipos. Además de un prototipo para el aprendizaje de idiomas.
Por tanto, estos videojuegos buscan ese aprendizaje experiencial. De modo que pueden ser usados como un recurso más en la formación o como simple diversión. El jugador ganará experiencia en un terreno concreto, y esa experiencia le permitirá tener más y mejores recursos a la hora de enfrentarse a situaciones reales, en las que es necesario tomar decisiones rápidas, coordinar equipos, negociar, ser creativo, etc.
Desde la página web de Byterealms se pueden descargar de forma libre y gratuita algunos de estos minivideogames.

No hay comentarios:
Publicar un comentario